El lunes, por recomendación de mi viejo* y atraído por el panel de expositores, me acerqué a la jornada inaugural de la Semana Comex que se realizó en el Museo de la Constitución. Pude ver y escuchar a mucha gente que todos los días exporta “un pedacito” de Santa Fe al mundo.
El evento estaba anunciado para las 18.30 hs pero lo que yo no sabía era que antes del panel conformado por Inés Capdevilla, Esteban Domecq, Daniel Herrero y Manuel Sbdar y moderado por Paulino Rodríguez, estaba la presentación del evento y una entrega de premios.
En la presentación hablaron los representantes de la CAC y de la CACeSFe, el Gobernador Omar Perotti y el Intendente Emilio Jatón. Quién sobresalió en esa primera parte fue Marcelo Perassi (Presidente de la Cámara de Comercio Exterior de Santa Fe), que puntualizó uno a uno los problemas que hoy enfrenta el sector aunque centró sus críticas en el gobierno nacional y (por educación o convicción) fue indulgente con la administración provincial. Por su lado, tanto el intendente como el gobernador, cumplieron con la obligación de ser optimistas que imponen sus cargos.
Terminada esa primera etapa, las autoridades dieron una serie de reconocimientos a exportadores provinciales de diversos rubros. Allí, en el escenario y con el micrófono a su disposición, todos dejaron su agradecimiento y algún reclamo. Casi todos coincidieron en sus diagnósticos: trabas a las importaciones para producir (uno tuvo la deferencia de aclarar que había trabas buenas -si lo favorecen- y trabas malas), cepo al dólar, brecha cambiaria e inflación. También es cierto que todos se mostraron contentos y con un dejo de optimismo.
La exposición comenzó cerca de las 20 hs. luego de un pequeño receso para acomodar el escenario. La primera en hablar fue Inés Capdevilla, periodista de internacionales del diario La Nación. Aclarando que a ella le iba a tocar dar las malas noticias, hizo un pantallazo sobre la situación mundial. Comentó sobre la continuidad de la pandemia en China y los problemas que eso genera en el comercio mundial, también habló sobre la evolución de la invasión rusa en Ucrania y la perspectiva a futuro de ese conflicto al que pronosticó una duración de -al menos- un año más. Mencionó el posible uso de una bomba nuclear por parte de Putín como un factor a tener en cuenta y advirtió sobre el peligro de un conflicto entre China y Taiwan.
Quién tomó la palabra después fue Esteban Domecq, Director de la consultora Invecq y hábil twittero. Su exposición estuvo dividida en dos líneas: la macro y la micro. Volvieron a aparecer los problemas antes mencionados: brecha, inflación, cepos, etc. A su vez, marcó el hecho de que haya una actividad cotidiana muy intensa (bares llenos, turismo, compras, etc). Una de sus explicaciones fue que, luego de la cuarentena, desaparecieron 50 mil empresas y por lo tanto hay menos oferta para satisfacer una demanda que ya muestra niveles pre Covid. Y aunque marcó que hay un rumbo que necesariamente debe cambiar, señaló que el ajuste ya está practicamente hecho y que por eso hoy argentina está en la góndola de las ofertas (“por eso explotan todas las fronteras de turistas”).
La charla se volvió un poco más dinámica con la intervención de Manuel Sbdar, fundador de la escuela de negocios Materiabiz, que interactuó con los empresarios el público y dio algunos tips y contó algunos ejemplos de leading case de exportadores.
The last but not de least fue Daniel Herrero, ex presidente de Toyota y hoy a cargo de difundir el “Modelo Toyota”. Herrero fue el encargado de hablar de su empresa, la mayor exportadora del país, que al día de hoy fabrica 171 mil Hilux por año (o una cada 89 segundos). La marca japonesa tiene más de un cuarto de siglo en Argentina y su éxito se debe a su modelo que se basa en el respeto (no existen los despidos por causas económicas) y el diálogo (sobre todo con los sectores sindicales con quienes se reparten el manejo de la seguridad de la planta).
Convencer a los japoneses. Herrero relató una anécdota más que interesante. En 2010, en plena recesión argentina, le tocó compartir un vuelo con uno de los gerentes de la casa matriz. En un momento del viaje compartió con su acompañante dos imágenes sin mencionar a qué país pertenecían. En la primera le mostró un gráfico con la evolución del PBI a lo largo de los años y le preguntó, ¿Usted invertiría en este país? su respuesta fue un no rotundo. En la segunda, le mostró una serie de indicadores y le dijo, en este país no hay problemas raciales, no hay problemas religiosos ni conflictos bélicos. Además tiene una población con altos índices de alfabetización, tiene gas y petróleo. Dígame, ¿invertiría en este país?. Su respuesta, en este caso, fue afirmativa. Bueno, le dijo, son del mismo país.
Por eso, cerró no sin antes aclarar que logró que la inversión se hiciera, muchas veces depende desde la óptica por la cual nos miramos.
La charla siguió un rato más y todavía hubo tiempo para mencionar algunos problemas que aquejan a nuestro país de una manera muy preocupante como el narcotráfico y la pauperización de la educación. Pero a pesar de ello, y sin caer en la inocencia, todos nos fuimos de allí con la esperanza de que puede haber un futuro mejor y con la ilusión de que no es imposible alcanzarlo.
*creador de la Semana Comex y organizador de las primeras 7 ediciones.
